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¿Jugamos?

El 11 de junio de este año, el Lic. Esteban Levin (especialista en infancia) dio inicio al I Congreso Internacional sobre Problemáticas en Educación y Salud, planteando que está preocupado porque los niños y los adultos cada vez jugamos menos. Claro que esto no nos sorprendió ya que con sólo revisar nuestra agenda y la de nuestros hijos, vemos que no hay mucho espacio para el juego. Lo que sí nos impactó fue tomar conciencia de las consecuencias.

Pero antes que nada, veamos qué es el juego.

Según lo define la IPA*, “es la forma natural y espontánea que tiene el niño/a de aprehender el mundo, conocerlo, expresarse, desarrollar sus inteligencias múltiples y valores humanos que le posibilitan la conexión con otros seres humanos en forma creativa y crítica, enfrentar y resolver problemas, construir su subjetividad y su autoestima”.

Es a través del juego que el niño expresa sus emociones, alivia su estrés y descarga su ansiedad, afronta sus miedos, canaliza su agresividad y elabora situaciones dolorosas. Desarrolla su imaginación potenciando la creatividad, intenta diferentes estrategias para resolver problemas, prueba y ejercita su destreza física y mental.

Por todo esto, un informe publicado por la Academia Americana de Pediatría plantea que el juego es importante para el desarrollo saludable del cerebro. Entre sus virtudes destaca también que, cuando se juntan varios niños, aprenden a trabajar en grupo, a compartir, negociar, resolver conflictos y a defender sus puntos de vista. Y cuando el juego es compartido con los padres, se refuerza el vínculo de confianza, contribuyendo a construir relaciones duraderas. (“La importancia de jugar con nuestros hijos” http://www.educared.net)

Cuando nuestros niños no tienen tiempo de jugar, porque están casi todas las horas del día entre clases y tareas, o atrapados ante la pantalla de algún dispositivo, se les priva de la oportunidad de poner todo esto en juego… valga la redundancia. “Los expertos coinciden en afirmar que los niños que no juegan, o que no juegan tanto como otros niños, tienen un mayor riesgo de déficit psicológico, intelectual y social” (1).

Otro problema es, cuando por la culpa que nos genera el no estar presentes, los llenamos de juguetes que no motivan a desplegarse. Se dice que es tan perjudicial el exceso de juguetes como un atracón de comida. Los chicos se van contagiando de nuestra conducta compulsiva y sólo quieren más y más por el hecho de tener, y estos juguetes quedan apilados, llenándose de polvo.

Aprovechemos y potenciemos, desde pequeños, su curiosidad, sus ganas de investigar y explorar. ¡Potenciemos esto lúdicamente! No nos volvamos locos por comprar lo más caro y lo más grande. Eso no es lo que les interesa y ni lo que los ayuda a crecer. ¿No les pasó alguna vez, ante un regalo importante, que le divirtiera más jugar con la caja del juguete o el papel que lo envolvía?

“Para aprovechar plenamente los beneficios de jugar, los niños necesitan adultos que les apoyen, que reconozcan el valor del juego y que los estimulen ofreciéndoles un ambiente seguro para jugar” (2).

¡Aprovechemos la nueva oportunidad que el ser padres nos brinda de volver a jugar! Juguemos con nuestros hijos, pongamos el cuerpo respetando sus reglas, entrando en el mundo mágico que nos presenten. Aunque sea un rato. Los especialistas recomiendan que sea por lo menos media hora al día. Sabemos que no es fácil encontrar el momento; pero preparar la comida, poner la mesa, organizar las cosas para mañana, la espera mientras se cocina la tarta… cualquiera puede convertirse en el mejor momento para jugar.

Como planteamos en el newsletter acerca de  sobreexigencia, sabemos que como padres nos sentimos presionados, a la vez que exigimos a nuestros niños. Y justamente por eso es que nos impera el poner en movimiento nuestra propia creatividad para encontrar espacios para jugar en familia, aprender a respetar los espacios de juego de nuestros hijos y buscar los nuestros individuales. Evânia Reichert plantea que la primera infancia es como un fondo de reservas para toda la vida. No perdamos más tiempo. El momento es ahora.

Equipo creSER

Algunas páginas web que dan ideas de juegos que podemos armar en casa:

http://www.pequeocio.com/tag/juguetes-caseros/

https://www.pinterest.com/search/pins/?q=juegos%20caseros

Notas:

*Asociación Internacional por el Derecho del Niño a Jugar Argentina http://ipaargentina.org.ar/ipa-en-accion

[1] y [2]  https://www.facebook.com/notes/el-submarino/la-importancia-de-jugar/172438159448890?fref=nf