La vida de Apik era muy tranquila hasta que debieron mudarse a la ciudad. Al principio no podía encontrar la serenidad que le brindaba su anterior hogar, hasta que pudo comprender que la paz se encontraba dentro de él.
Por querer pertenecer a un grupo de amigas “populares”, Teki permite que suban a la web una foto en donde se ridiculiza a Frola, su amiga del alma. En ese momento no reparó en las consecuencias que esto tendría…
¡Qué nervios! Poke tiene que salir de campamento con sus compañeros y siente muchas dudas de ir. ¿Podrá enfrentar su ansiedad y sus temores, y divertirse con sus amigos?
Makana no puede contener sus ganas de hacer travesuras y esto hace que termine en problemas cada dos por tres. Lamentablemente, no midió las consecuencias de su última travesura y, por ello, alguien resultó herido.
Cada mañana, cuando Josti va al colegio, padece las burlas y malos tratos de un grupo de compañeros. Su sufrimiento crece día a día, hasta que un amigo decide ayudarlo.
Frola no encuentra nada especial en ella y esto la hace sentir muy triste. Su hermana Frusti la ayudará a entender lo importante que es conocerse y, así, poder valorarse a sí misma.
Luego de haber destruido por descuido un proyecto de ciencias de su hermano, Binki deberá enfrentar la culpa que esto le genera. No le resultará fácil; pero, sin duda, peor será permanecer en silencio y permitir que culpen a su perro Tufo, por algo que él no hizo.