Ponerse en el lugar de otros siempre fue la especialidad de Soki. Inclusive el día de su cumpleaños cuando todo parecía que estaba a punto de echarse a perder.
Danki es una kukita malhumorada y caprichosa, disconforme con la vida que tiene. Siempre soñando con algo diferente. De pronto algo sucede que la ayuda a darse cuenta de todas las cosas valiosas que la rodean y comienza a sentirse agradecida.
Hay muchas maneras de demostrar el cariño que sentimos por nuestros seres queridos. Chufi cuidará y mimará a su abuelito que está enfermo, como tantas veces Cleto lo hizo con él.
A Osko todo le sale bien y por eso muchas veces se cree mejor que sus amigos. Este orgullo desmedido le trae problemas. ¿Podrá con ayuda de sus amigos encontrar su lugar?
Makana no puede contener sus ganas de hacer travesuras y esto hace que termine en problemas cada dos por tres. Lamentablemente, no midió las consecuencias de su última travesura y, por ello, alguien resultó herido.
Luego de haber destruido por descuido un proyecto de ciencias de su hermano, Binki deberá enfrentar la culpa que esto le genera. No le resultará fácil; pero, sin duda, peor será permanecer en silencio y permitir que culpen a su perro Tufo, por algo que él no hizo.
Falta poco para que terminen las clases. El año que viene Leopoldo pasará a primer grado, por lo que deberá despedirse del jardín y animarse a enfrentar los miedos de este nuevo desafío.
A veces, sin querer, nos metemos en problemas. En esta historia, los kukitos tendrán que enfrentar un gran lío, y ver de qué manera podrán resolverlo entre todos.