A veces, sin querer, nos metemos en problemas. En esta historia, los kukitos tendrán que enfrentar un gran lío, y ver de qué manera podrán resolverlo entre todos.
En vísperas de Navidad, Ham sale de paseo con su mamá y se le ocurre una gran idea: honrar a los miembros de su familia con un regalo especial. ¡Qué alegría tendrán!
Danki es una kukita malhumorada y caprichosa, disconforme con la vida que tiene. Siempre soñando con algo diferente. De pronto algo sucede que la ayuda a darse cuenta de todas las cosas valiosas que la rodean y comienza a sentirse agradecida.
Ponerse en el lugar de otros siempre fue la especialidad de Soki. Inclusive el día de su cumpleaños cuando todo parecía que estaba a punto de echarse a perder.
Frola no encuentra nada especial en ella y esto la hace sentir muy triste. Su hermana Frusti la ayudará a entender lo importante que es conocerse y, así, poder valorarse a sí misma.
A Osko todo le sale bien y por eso muchas veces se cree mejor que sus amigos. Este orgullo desmedido le trae problemas. ¿Podrá con ayuda de sus amigos encontrar su lugar?
Hay muchas maneras de demostrar el cariño que sentimos por nuestros seres queridos. Chufi cuidará y mimará a su abuelito que está enfermo, como tantas veces Cleto lo hizo con él.
Luego de haber destruido por descuido un proyecto de ciencias de su hermano, Binki deberá enfrentar la culpa que esto le genera. No le resultará fácil; pero, sin duda, peor será permanecer en silencio y permitir que culpen a su perro Tufo, por algo que él no hizo.